reforma
Cocina Blanca en un Caserío con Historia
Cocina Blanca en un Caserío con Historia
Cocina blanca en un caserío con historia
En Santos Mungia hemos tenido el privilegio de crear una cocina que respeta el alma de un antiguo caserío familiar completamente rehabilitado en Lemoiz. El resultado es un espacio luminoso y funcional que dialoga armoniosamente con la arquitectura tradicional vasca, creando un contraste que realza tanto lo nuevo como lo antiguo.
Pureza en blanco y líneas depuradas
La elección de los frentes de la serie Fine D111 en Blanco Innsbruck aporta una luminosidad excepcional al espacio. Este acabado, combinado con el sistema de apertura sin tiradores de la Plataforma D con gola superior y gola media, crea una estética minimalista donde las líneas limpias y continuas generan una sensación de amplitud y orden visual. La ausencia de elementos superfluos permite que la arquitectura original del caserío mantenga su protagonismo.
Un ventanal que transforma la experiencia
El elemento distintivo de este proyecto es el magnífico ventanal estratégicamente ubicado en uno de los frentes de la cocina. Esta apertura no solo inunda el espacio con luz natural, sino que enmarca unas vistas espectaculares del entorno, convirtiendo la experiencia de cocinar en un momento de conexión con el paisaje. La barrera entre interior y exterior se diluye, permitiendo que la naturaleza forme parte activa de la vida diaria.
El contraste que define el carácter
Como contrapunto perfecto a la luminosidad dominante, la encimera en Dekton Sirius introduce un acento de profundidad y sofisticación. Su tono intensamente oscuro crea un contraste dramático que realza la pureza del blanco y aporta ese punto de carácter que define la personalidad del espacio. Este material ultracompacto no solo embellece la cocina sino que garantiza una durabilidad excepcional, resistiendo eficazmente el uso intensivo de una cocina familiar.
Tradición y modernidad en equilibrio
Este proyecto demuestra que es posible integrar las comodidades y estética contemporáneas en un espacio con historia, sin que ninguna pierda su esencia. La cocina se convierte así en un nuevo capítulo de la historia familiar, un espacio donde tradición y modernidad coexisten en perfecto equilibrio, respetando el pasado mientras abrazan el presente.